ellos las prefieren saludables

he leído en las noticias de hoy que un estudio comparativo llevado a cabo en europa y asia ha desvelado que los hombres prefieren a las mujeres esbeltas, entendido desde un punto de vista genético. es decir, que da igual que seamos rubias, morenas o pelirrojas, o que tengamos los ojos verdes, azules o negros como el azabache; lo que realmente les gusta a los hombres es que tengamos un aspecto saludable; vamos, que estemos sanitas. existe un rechazo general hacia las mujeres extremadamente delgadas, lánguidas, pálidas, enfermizas y obsesionadas con la alimentación ... o mejor dicho, la no alimentación. no sé a vosotros, pero a mi esto me suena a modelo de pasarela, de esas súper vip de la muerte ... roma, milán, nueva york, cibeles, gaudí (perdón que lo escriba en minúsculas, no me gustan las mayúsculas, nadie es tan importante) ... esas que llevan una talla 32, por mucho que se empeñen en hacernos creer que es una 38, cuyos huesos despuntan a cada golpe de cadera rozando la grima y provocando la polémica. esas que son el espejo en el que se miran muchas adolescentes (y no tan adolescentes) en plena ebullición de vulnerabilidad. ¿es realmente capaz una niña de 15 años, cegada por la obsesión de ser la más popular del instituto para gustarle al guaperas de turno y cubierta de un manto de inseguridad y falta de autoestima, de ver más allá del maquillaje milagroso que se les aplica a las modelos, de las fotos retocadas en las que se les añaden las curvas que no tienen y de un estudiado plan de marketing que envuelve a las modelos de una perfección finjida? decididamente no. y se dejan embaucar por dietas milagrosas ultra rápidas, por pastillas devora grasas (y devora billetes) y por el megatronikeliminamichelinesendiezminutos. ¿de qué sirve tanta ley y tanto esmero para combatir la anorexia y la bulimia si luego se llenan la televisión y las revistas de chicas escuálidas y no se conoce otro reclamo publicitario que no sea un cuerpo siliconado que en absoluto representa a la mujer real de hoy en día, caracterizada por unos michelines cuidadosamente repartidos de los que no se libra nadie y que se traducen en unas curvas insinuantes .... ¡vivan los pechos generosos y las caderas poderosas!